
El pasado 19 de junio se concretizó ejemplarizantemente el descontento del país nacional contra las viejas formas de hacer política. Los resultados de la segunda vuelta marcan un punto de inflexión. Los ciudadanos, como lo expresaron en las urnas, se hastiaron de la corruptela y las maquinarias y dejaron implícito o ratificaron al nuevo gobierno un mandato ciudadano contra la corrupción y por la reconstrucción del país.
El proceso de la Constitución de 1991, colocado en manos de Herodes que burlaron y frustraron los ideales de cambio expresados desde inicios de la última década del siglo XX volvieron a emerger como un propósito común que unificó a la generación de la constituyente con las nuevas y valientes generaciones que lideraron una protesta social sin precedentes.
A una constitución progresista como la de 1.991 le surgió, como sucedió con la Constitución de Rionegro de 1863, una férrea oposición de los mismos sectores conservadores y reaccionarios que se propusieron hacer trizas no sólo la paz sino también la Carta Política, sustituyendo casi que de facto un modelo de Estado Social de Derecho por un Estado Antisocial de Hecho.
Por ello, Gustavo Petro debe ser consciente de lo que de verdad se está jugando al asumir la primera magistratura de la nación. Un eventual fracaso de su gobierno, por no medirle o apartarse del pulso de la nación, puede tener el mismo efecto demoledor que hubiese tenido su derrota electoral en términos de frustración y de sepultar por lo menos por medio siglo más las expectativas de cambio de los que nunca han sigo tenido en cuenta más que como electores instrumentalizables cada 4 años.
Es de tal magnitud y tan estruendoso, en términos de construcción de una república guiada por el ideal de justicia el fracaso de quienes nos han mal gobernado desde hace más de 2 siglos que son, a pesar de la Constitución de 1991, demasiadas las reformas que en el siguiente cuatrienio hay que acometer. Hacemos en un orden no necesariamente riguroso un listado de las tareas que deberán afrontar conjuntamente y como poderes constituídos el ejecutivo y el legislativo bajo la dirección y acompañamiento del poder constituyente, esto es, del soberano, del pueblo.
La empresa por iniciar gira, ni más ni menos, en torno a restituir el imperio de la Carta Política de 1991 y ahondar en la justicia social que de ella se deriva, entendiendo que el enemigo por vencer es el nada despreciable monstruo de la corrupción contra el que se expresaron en consulta popular en las urnas 11,6 millones de colombianos el 26 de agosto de 2018 y contra el que ahora se manifestaron 21,8 millones de electores que en uno u otro bando se alinderaron por la apuesta y discurso coincidente, aunque diferente, de ambos candidatos de asumir desde el 7 de agosto una la lucha frontal contra la corrupción.
No pasar a la historia como inferior a los anhelos de la ciudadanía comporta arrancar una serie de reformas que viabilicen y concreticen en la práctica y no teóricamente el Estado Social de Derecho, esto es el modelo de organización que privilegia y coloca al estado y al derecho como facilitador y garante de los derechos ciudadanos, esto es que sirve y no que se sirve de la ciudadanía. Esbozamos a manera de hoja de ruta para la apertura del debate las que consideramos reformas inaplazables e imprescindibles.
- Reforma Tributaria.
Se requiere restituir el principio de justicia en la tributación frente a modelos impositivos regresivos. No debe seguir soportándose sobre los más débiles y eximiéndose a los más fuertes en el proceso de recaudo. Las exenciones, la evasión y la elusión deben superarse definitivamente.
- Reforma Laboral.
Como fue prometido tantas veces en campaña deben derogarse las normas con las que se afectaron derechos de los trabajadores tales como la ley 50/90 y materializar la voluntad constituyente expresada en el artículo 53 Superior
- Reforma al SGP
Para fortalecer lo social será necesario revertir la reforma constitucional que con menoscabo de la intencionalidad del constituyente de 1991 creó el Sistema General de Participaciones mediante la modificación de los artículos 356 y 357 Superiores.
- Reforma a la Justicia
Será imprescindible fortalecer desde lo financiero y desde el respeto por su autonomía e independencia a la justicia y, con propósitos de descongestión, por ejemplo, crear nuevos despachos y juzgados tutelares de derechos humanos de primera y segunda instancia
- Reforma al Sistema Financiero
Una de las falencias de la Constitución del 91 fue no regular eficientemente a la banca y otorgar mecanismos verdaderamente eficaces de protección de los usuarios frente a los bancos. A la banca privada es necesario oponerle una banca pública fuerte que democratice el acceso al crédito y que ayude a regular en el mercado el costo de los servicios financieros
- Reforma al Congreso
Será necesaria una reforma que modernice y cambie la imagen del congreso de la República frente a la ciudadanía y que pase por hechos como la ampliación del período de sesiones, el pago por sesiones y la afrentosa asignación salarial de los congresistas
- Reforma Política
Se requiere en la perspectiva de democratizar el acceso de los sectores sociales al poder público una reforma que viabilice y facilite con reglas de juego diferenciadas de las del país político, que los sectores organizados de la sociedad y actores o líderes sociales, sin obstáculos insalvables, pueden acceder efectivamente al derecho constitucional de ser elegidos.
- Reforma Sistema Electoral
Aunado a la garantía constitucional a ser elegidos hay que avanzar hacia la modernización de un sistema electoral que otorgue plenas garantías en los procesos eleccionarios a los electores y a quienes pretenden hacerse elegir.
Hay que finiquitar procesos como el del voto electrónico y la posibilidad de que estos procesos sean auditados sin restricciones y abrir además la discusión sobre temas como el de implementación del voto obligatorio.
Desde la modernización y en función de garantizar igualdad de oportunidades, mediante la ley debería garantizarse que se eliminen las zonificaciones que impiden que los ciudadanos puedan sufragar cerca a su lugar de residencia.
- Reforma a la Ley 100/93
Se requiere que se restituya a la salud a su connotación de derecho fundamental y que se supere la visión inhumana que la concibe como mercancía. La salud preventiva debe primar sobre la restaurativa o paliativa
- Reforma Educativa (Ver en detalle PACTO POR LA EDUCACIÓN)
Desde una visión totalizante de la educación de la que la etapa universitaria es sólo una parte, debe fortalecerse la educación inicial con la implementación de tres grados de preescolar (1) y garantizando una alimentación adecuada. También será necesario concretar un estatuto único de la profesión docente, así como un régimen prestacional unificado (2) al que se incorporen legal y reglamentariamente y otorgándoles favorabilidad los docentes provisionales (3).
En el mismo sentido la reforma debe contemplar la Construcción de nueva infraestructura escolar arquitectónicamente biosegura (4) para el tránsito de un modelo de educación masificada a uno de educación personalizada (5) que garantice calidad. También, en este último propósito será necesario ampliar la planta de personal docente (6), Impulsar las tecnologías de la información, a la comunicación y al aprendizaje colaborativo (7) y dar pasos hacia la adopción del internet como servicio público esencial y gratuito para estudiantes (8)
- Reforma Ley 30 de 1992
En consenso con los docentes y estudiantes universitarios será necesario avanzar en la profundización de la democracia y la autonomía universitaria. La política de expansión de la Educación Superior debe avanzar hacia el fortalecimiento presupuestal y expansión de la infraestructura instalada y hacia el entendimiento de que al ser el municipio el nuevo núcleo fundamental de la organización territorial hay que propiciar y estimular la construcción de nuevas universidades por lo menos en cada una de las capitales de departamento del país donde quiera que no existan
- Reforma Agraria
En función del desarrollo del país y de garantizar nuestra soberanía alimentaria y hacer anticipadamente frente a la posibilidad de una hambruna será necesario hacer todo lo indispensable para democratizar el acceso de los campesinos a la tierra fértil como punto central en el propósito de abastecer el mercado interno, abaratar el costo de la comida y procesar los excedentes con miras a su colocación en el mercado mundial. Es esencial en este sentido desestimular a través de cargas impositivas la propiedad, posesión y subutilización de las tierras aptas para producir alimentos
- Reforma a la Policía y a nuestras FFMM
Alcanzada la paz y la tan anhelada seguridad y estabilidad del país será necesario, en función de recomponer ante la sociedad la imagen de nuestras Fuerzas Armadas y policiales reorientar su misión por ejemplo hacia resguardar las fronteras, la preservación de bosques, selvas, flora, fauna, páramos y cuerpos de agua y fortalecer la rama de los ingenieros militares a efectos de que con el presupuesto que antes se orientaba hacia elementos para la guerra se contribuya ahora a la construcción de infraestructura necesaria para modernizar y con ubicar al país (carreteras, puentes, acueductos, viviendas, etc. )
- Reforma a la ley de servicios públicos.
Garantizar a los habitantes del país energía limpia y barata así como agua potable, saneamiento básico, alcantarillado y acceso a las comunicaciones y a las tecnologías de la información y las telecomunicaciones, entendidos todos estos como derechos de rango fundamental y no como mercancías es clave para el desarrollo del país y la apertura y democratización de las oportunidades para sus habitantes.
Debe garantizarse del mismo modo que el transporte, como servicio público, sea asequible y accesible a quienes lo utilicen en el entendido de que el interés general debe primar sobre el particular en lo que atañe al goce y disfrute de servicios públicos.
Por lo menos la Reforma tributaria
La Reforma Agraria
La Reforma a la Política
La Reforma a la Policía ( mediante la creación de un nuevo ministerio)
Van a ser prioridades este 7 de agosto. Son tantos los temas pendientes, que es necesario tener paciencia