
A riesgo de recibir un golpe en la cara, un madrazo o, en el peor de los casos, a que se me amenace o se me ofrezca un tiro creo necesario, en defensa de un gremio suficientemente vilipendiado responder a las frases desobligantes y estigmatizadoras que han salido a relucir en videos contra los Maestros de Colombia por parte de una de las personas que aspira a regir, dudamos que con los suficientes méritos y calidades éticas, los destinos del país.
Y es que supinamente, el candidato presidencial Rodolfo Hernández, desde su conocida capacidad para especular y para expresar ligeramente opiniones en las que queda en evidencia que o bien no dispone de información suficiente o de calidad sobre el tema o que en él no se surte una exitosa sinapsis ha expuesto “ideas” sobre la educación, los educadores y su organización sindical (FECODE) que bien merecen una respuesta de quienes vemos en toda situación una oportunidad para educar.
Partamos por decir que en su encuentro con los jóvenes cuando literalmente señaló: “lo que yo creo, porque la Educación en Colombia es tan mala… “, no es más que la confesión o el reconocimiento de lo que filosóficamente los griegos denominaban una doxa, vocablo usado como sinónimo de opinión o creencia y usado para diferenciarla de la verdad o del conocimiento auténtico para el cual se utiliza la categoría epísteme.
Con Rodolfo Hernández estamos ante quien hace gala de evidente superficialidad en sus apreciaciones y desde el terreno de la subjetividad y de juicios a priori, pretende pontificar y construir una “verdad” que en realidad no goza de tal connotación y se asemeja más a un dogma pobremente estructurado.
La segunda de sus atrevidas aseveraciones, revestidas de un tinte de falacia propio de los embaucadores y sofistas, gira en torno a afirmar, con un superlativo grado de subjetividad en su fallido intento explicativo sobre el origen de la deficiente calidad de la educación en el país, que ello se debe a que “hay un poco de profesores que no saben nada” como si con él estuviéramos ante un connotado autodidacta.
Sobre esto digamos primero que no es medible. No se sustenta en evidencias fácticas que demuestren lo afirmado. No se puede concluir tan simplistamente que el problema de la calidad de la educación en el país pueda, reduccionistamente, circunscribirse a los educadores quienes valga recordar egresan de Universidades cuya inspección y vigilancia recaen sobre el gobierno y cuyo proceso de selección para ejercer su profesión se adelanta por parte de este mismo.
Así y en gracia de discusión y aceptando los argumentos de Hernández en el sentido de presumir o dar por cierto que en efecto existen malos profesionales docentes y que estos acceden al servicio público a través de concurso de méritos que adelanta el estado preguntamos: ¿Sobre quién recaería entonces la responsabilidad de conceder títulos profesionales y de posibilitar el acceso al servicio público mediante nombramiento en propiedad? ¿A Fecode? ¿A los educadores?
Es en ese terreno donde el discurso de Hernández se funde con el del uribismo al pretender situar todos los problemas de la Educación en Fecode y en los Maestros convirtiéndonos, con la ayuda de los grandes medios de desinformación, en chivos expiatorios de un problema estructural cuya verdadera responsabilidad pretende evadirse y esconderse pues recae exclusivamente en quienes por décadas han detentado el poder del estado y han malgobernado a Colombia.
La reciente pandemia develó y/o desnudó en su real dimensión el problema de fondo de la educación en el país que pasa por falta de inversión e insuficiencia y deficiencia de la infraestructura escolar instalada y de mobiliario, textos, herramientas tecnológicas y conectividad, entre otras, para no hablar de las normas que al masificar la educación contribuyeron al hacinamiento de estudiantes en espacios con altas concentraciones de dióxido de carbono que atentan contra las condiciones fisiológicas requeridas para el aprendizaje.
Ello sin hacer mención a que, por responsabilidad exclusiva de esa misma clase política que hoy lo rodea, en las aulas de los colegios que atienden a los que Ud. denomina sectores pobres confluyen niños, niñas y adolescentes provenientes de hogares disfuncionales y sin un requerido capital cultural tan necesario en el proceso de enseñanza – aprendizaje, para no mencionar a aquellos que luciendo externamente sin aparentes problemas presentan dificultades cognitivas fruto de los daños irreversibles que en sus primeros años ocasionara sobre sus cerebros el hambre.
Créame que es muy fácil señalar sin conocimiento de causa culpables. Ojalá algún día, para desmontar mitos, pudiera colocarse en los escenarios donde la mayoría de los docentes laboramos, con las mismas precariedades y con nuestros mismos padres niños, niñas y adolescentes a los colegas que imparten educación en las instituciones educativas privadas y públicas mejor evaluadas a través de pruebas externas o incluso a los educadores extranjeros, que desde su síndrome de la malinche, Ud. propone como panacea, frente a lo cual podría hasta aventurarme a renunciar, si así no ocurre, que los resultados seguirían al cabo de un tiempo siendo deficientes por varias de las razones antes anotadas.
Si quiere y lo insto o reto públicamente a que lo haga, pídale al ICFES o al MEN que revelen los resultados de los colegios concesionados a operadores privados en regiones marginales del país, a ver si es verdad que la fiebre está en la sábana, como creen nuestros gratuitos detractores cuyo odio visceral a FECODE se explica solo a partir de la oposición exitosa de esta a que los cuantiosos recursos de la educación vayan a mercaderes que harían, como ocurrió con la salud, de un derecho fundamental y un servicio público una mercancía y un negocio lucrativo para quienes como Ud. hablan de la educación de los pobres, desde su jerga neoliberal, como un segmento de mercado.
Si el presupuesto de la educación es dilapidado, como Ud. lo insinúa pero sin tener el valor civil suficiente para hacer los debates públicos o ante las instancias pertinentes denunciarlo, créanos que no debe en su falso compromiso teórico y no práctico apuntar sus reflectores distractores contra quienes en nuestras funciones constitucionales y legales jamás hemos tenido la potestad de ser ni nominadores ni ordenadores del gasto.
Entendemos desde su discurso contra el salario digno y las prestaciones del magisterio o contra la estabilidad laboral de los docentes provisionales, por ejemplo, que pretende desde su concepción y visión premoderna, esclavista y negrera del trabajo, aplicada ya contra los trabajadores de Bucaramanga desde su posición como alcalde, una precarización y pauperización disfrazada de austeridad y de ahorro que no puede tener de verdad por fin el fortalecimiento de lo social, pues así lo pretenda esconder, su única, su verdadera preocupación es el manejo de una chequera voluminosa que le permitan a Ud. y a su familia hacer pilatunas como aquellas por la que hoy está llamado a juicio.
Finalizo diciéndole, que no será con mentiras ni con el voto de los Maestros y mucho menos a costa de los derechos conquistados por estos como Ud. hará, desde su inagotable voracidad por el dinero, un nuevo botín del erario. Los Maestros estamos por el cambio y contra la corrupción y no con quienes predican pero no practican tales postulados.
Excelente. Gracias por sus siempre oportunos argumentos compañero.
Muchas gracias por defender nuestra labor, que en l mayoría de los casos la ejercemos con las uñas. Feliz día
Gracias por tan elocuente y certera respuesta a éste tipo que pretende ser nuestro presidente. Dios y la fuerza de los Colombianos nos libre de R H
Así se le responde a ese descerebrado, con argumentos
Muy bueno el artículo, pero no veo la movilización activa y vigorosa del magisterio frente al atropello que se propone el candidato, si consigue hacerse a la presidencia.
Es ahora el momento de levantar su voz y manifestarse en conjunto con el alumnado, quienes serán los más perjudicados si este “señor” llegara en mala hora a convertirse en presidente. Dios salve a Colombia.
Muy buena su reflexión, pero la respuesta mas dura que le podemos dar a este señor es salir a votar en masa contra esa política que nos hace retroceder, para demostrar que hemos aprendido a tomar decisiones correctas y enderezar el camino. No nos podemos quedar sin salir a votar por el cambio y la respuesta será positiva; rechazando todo lo que este señor quiere hacer con nuestro bello país. ¡Salgamos todos a votar por el verdadero cambio! y el cambio está en el programa del candidato Gustavo Francisco Petro Urrego.
Excelente respuesta.
Tremendo, pero muy cierto
Muy bien que ese señor se instruya respecto a la educación colombiana y como nosotros los docentes hacemos hasta lo imposible,con nuestros medios económicos, para impartir una educación de calidad. A los gobiernos de turno nunca le ha importado las necesidades que cada región tienen para sus aprendizajes, para que ahora venga un burro a criticar sin haber aportado al quehacer pedagógico…¡ Que pesar tanta ignorancia!
Tengamos en cuenta que este personaje también habla despectivamente de los de carrera administrativa y seguidamente menciona los temporales. Este señor perfectamente ataca la meritocracia y la carrera administrativa.
Gracias Compañero, el gremio se defiende, nuestra profesión se DIGNIFICA desde nuestro quehacer cotidiano, y eso es lo que hacemos todos los días, en procura de la educación de los sectores populares de nuestro país. El sueño más grande en este momento, es que este señor Hernández no llegue a gobernar el país, no es el mejor ejemplo para nuestros niños,niñas y, jóvenes. Espero que el voto de todo el magisterio colombiano, sea un voto por la sensatez, hoy estamos cerca a un cambio por la vida, y ese lo representa Francia y Petro.
Gracias Compañero, el gremio se defiende, nuestra profesión se DIGNIFICA desde nuestro quehacer cotidiano, y eso es lo que hacemos todos los días, en procura de la educación de los sectores populares de nuestro país. El sueño más grande en este momento, es que este señor Hernández no llegue a gobernar el país, no es el mejor ejemplo para nuestros niños,niñas y, jóvenes. Espero que el voto de todo el magisterio colombiano, sea un voto por la sensatez, hoy estamos cerca a un cambio por la vida, y ese lo representa Francia y Petro. Tenemos una gran responsabilidad moral y ética, ni un solo voto del magisterio por esta nefasta figura.
Invito a aquellos maestros que aún insisten en votar por este tipo cerebro de pollo a que se analicen y vean el trato que nos está dando según él es el que sabe que venga a los municipios y se meta a un aula.con 37 y 39 muchachos en condiciones vulnerables . Para verlo sudar como burro, estúpido. PROFESORES USTEDES NO TIENEN LA PLATA QUE ESTE SEÑOR TIENE
¿ QUÉ LES PASA? ¿No les duele su insulto? No entiendo.
Felicitaciones al autor Alberto Ortiz Saldarriaga, valiente respuesta, los maestros y maestras debemos recordar las luchas contra el estamento de décadas pasadas porque no podemos esperar que personajillos culibajitos sigan no solo degradando la educación sino impidiendo el verdadero CAMBIO, todos a las urnas a darles una gran lección!
Desde Fecode le agradecemos, compañero Alberto, esta gran defensa de la dignidad del maestro. Esperemos que el magisterio colombiano vote temprano el 19 de junio por PETRO Y FRANCIA para castigar la vulgaridad y el odio del innombrable señor RH.
Òmar Arango Jiménez- Ejecutivo de Fecode
Gracias hmno. Mis respetos hacia ti. Sígueme en twitter para seguirte @OrtizSAlberto
Que clase de alumno fue este individuo que no conoce las capitales del país? Ciertamente, la ignorancia es atrevida Lo que nos espera con este analfabeta funcional. Dios nos ampare.
¿También atacó a los maestros? Cuidado, porque si es el gallo tapado del uribismo, al llegar a la presidencia acabará con Fecode! Ese abuelo retrógado que mejor estaría cuidando a sus nietos es un demagogo, admirador del nazismo, misógino, sin discurso académico-político, grosero y pendenciero, lo cual demuestra con su malhadado lenguaje. Una verdadera vergüenza pública!